SÍ, que vamos a decir, que no nos gusta comer entre horas?? No me lo creo que haya una sola persona en nuestro país que no le guste picar unos ganchitos a deshoras. Desde luego que no es muy sano, y que deberíamos cumplir las 4 comidas que nos piden lo expertos, pero también creo que perdería la gracia de vivir y que incluso nos haría más endebles a la hora de enfrentarnos al día a día.
Existen en mi opinión varias situaciones durante el día en los que picamos entre horas y que merecen su estudio para mejor comprensión y sobre todo para que sepamos que no nos encontramos solos en el arte del picoteo, voy a intentarlas explicarlas en este post:
- Yo no soy muy de desayunar entre semana, porque los 5 minutos esos en los que tranquilisimamente te podrías tomar un café y unas tostadas me los paso en la cama dando al snooze del despertador a ver si le engaño. Así que llegas siempre a la oficina con hambre mortal y con curro asi que no puedes bajar a la cafetería. Te pones a contestar mails y tal y sólo ves una solución maquina de vending. Lo bueno es que a esas horas puedes jugar con las combinaciones de dulce y salado, me explico, donuts y bolsa de bocabits, cocacola y galletas y así miles de combinaciones. Te adoro, vending.
- Soy de los que me gusta el aperitivo que para mi debería ser la base de la alimentación, así que cuando llega la 1 es obligatorio comer algo. Los idóneos son los del finde en los que hay tiempo y empalmas con la comida o te la saltas, pero si es entre semana, una bolsa de Risketos o de Monchitos te prepara para la comida (alimento sin grasas, colorantes ni conservantes, por cierto). Es llevarlos a la mesa, y que se levanten otros 3 a hacer lo mismo, o no?
- Muchos de los problemas de que la gente se quede dormida trabajando es por no llevarse algo a la boca como a las 5 de la tarde. La merienda la hacíamos de pequeños viendo a Oliver y Benji, y en los findes o las vacaciones después de la siesta, pero mientras se trabaja no! y la gente muere de sueño, y necesitas picar algo, para reanimarte. La bollería industrial ha solucionado muchos de los problemas de la población española.
- Por último, y como mucha gente se salta la merienda, llegamos a casa después del trabajo muriendo de hambre. Aquí esta la clave; Controlar ese hambre es imposible, y aunque sabemos que es malísimo ponerse hasta arriba antes de irse a dormir hacemos una especia de "apericena" que quita el sentido (frutos secos, ensaladilla del día anterior, bocadillo de chorizo...no hay reglas establecidas). Si ya tienes compañía, mucho mejor, te sientes menos mal cuando compartes esa gula. Hablas del día, ves las noticias y tu estómago lo agradece.
Hay otros momentos, que no son tan del día a día pero que merecen la pena comentarlos aquí, porque seguro que a todos nos traen buenos recuerdos.
- El todo vale después de una noche de fiesta, es quizás el momento cumbre de comer a deshoras. Hay que sentar el estómago y a veces la nevera no está preparada para tu visita. Lo mejor que se puede hacer es improvisar como los artistas de jazz, y coger todo lo comestible que podamos a esas horas (cosas que ni se te ocurrirían tomar al día siguiente por la mañana, claro). Están los sibaritas que preparan macarrones con chorizo para la vuelta a casa, pero hay otros que se dejan llevar por el instinto y hacen un buen roto reinventando recetas antiguas. God bless the fridge.
- La recena de las bodas: ni que decir tiene que la recena es igual o más importante que la cena o los aperitivos. Después de llevar una fina de cerveza, vino y copas, el descubrir que a las 3 de la mañana sacan comida es de agradecer. Las medias noches y las tortillas están pasadas de moda, lo que se lleva ahora son las hamburguesas del McDonalds, perritos calientes, pizza o kebabs, que si somos sinceros es lo que más nos apetece a esas horas. Algo que empape de verdad, a ser posible con bien de grasa y calorías, que te de la fuerza para seguir bailando el "Follow de leader" con otro cubata.
- Los pichos de tortilla en la uni, eso si que era picar entre horas: no existe el momento exacto para tomárselo, siempre hay alguien comiéndose uno. Desde el que se lo tomaba de desayuno, hasta el que se lo tomaba antes de irse a cenar a casa. Desde luego, la hora clave eran las 12 de la mañana con un botellín y ya si era primavera y te lo tomabas en el Paraninfo pues te podías morir tranquilo. Creo que todos nos habremos tomado alguno.
Podría seguir un rato, pero termino ya haciendo un llamamiento a los garitos de Madrid para que sigan poniendo Roscón de Reyes el 5 de Enero. Que delicia y que ideaca el que la inventara!
A disfrutar del verano.
Tu podrias vivir a base de Monchitos... Cuanto los echas de menos??
ResponderEliminarEres el rey del picar entre horas, hablas con fundamento, jajajajajajja!