De vez en cuando me planteo que hay situaciones en las que no sabemos que decir ni que responder. Nos quedamos con una cara de póker que merecería la pena que hubiera una cámara cerca para retratarnos. Creo que en el fondo son situaciones que le ponen un poco de picante a nuestra vida.
1. Series de la tele: a ver esto es un poco complicado. Nunca he sido de series. Miento. Bueno cuando era pequeño si que era un buen fan de Compañeros, Farmacia de Guardia o Médico de Familia. Quimi, Adolfo o La Juani son personajes que quedaran para siempre en nuestras memorias. El problema viene desde hace unos años cuando está de moda ver series; Reconozco que no he visto ni Lost, ni Prison Break, ni Breaking Bad ni ninguna de esas maravillosas series, como mucho algún capítulo suelto. Estas de cañas y la gente se pone a hablar: -bua tio, me voy a casa que esta noche cuelgan el último capítulo de "How I met your mother", no te mola?- y yo cara de poker, de pués si esa es la que sale el pive que va con traje siempre no?? y el otro con más cara de póker, en plan, vaya pena que das. Lo siento soy así. Me quedo con Chechu y el Sr.Manolo.
2. Marron en el curro: tranquilamente un viernes de esos que sales a las 3 de la tarde para ir a comer a casa y tal. Bajas al comedor, comentas planes con tus colegas, la siestaca que te vas a echar, lo cansado que llevas de la semana y ZAS, subes arriba y tu jefe: -Javier, hay que hacer este fichero para esta tarde, porque lo han pedido desde arriba-. Contento, cara de felicidad. Por un momento piensas, que lo que vas a hacer depende de la supervivencia de la empresa, que tu nombre suena para dirigir el rumbo de la compañía y que eres vital. pero no!! Bajonazo que te da el sentarte delante del ordenador, mientras que tus compañeros se mofan de ti y te dicen si te vienes, que te llevan en coche.
3. Amigo tuyo que te dice, esta noche copas en casa de una amiga mía, van a estar de 10. Tu ya encantado de la vida pensando en las risas y el colegueo con tu noche de viernes. Camisita fetiche y tan contento llegas con tus amigos, con tus hielos, cocacolas y tal y entras al salón y los sofás y todas las sillas ocupadas.Y la gente mirándote en plan, pintáis poquito en esta casa. Esto, no es tan tan malo, hay que recuperarse y hacerse fuerte en la cocina. Si te lo sabes montar bien con tus amigos al final las copas se trasladan a donde estáis vosotros. Y ahí si que has llegado primero y no te van a quitar el sitio al lado de la ventana...
4. Descuentos que no son: hay un deporte en España que gusta casi más que el fútbol y es las cosas gratis o con descuentazos. Ya puede ser la cosa más chorra del mundo que si es gratis te encanta. Pués pasa lo mismo con los descuentos a la hora de ir a cenar o al cine o a los bolos. Tu amigo de turno, te dice: -oye, vamos a la bolera, que hace mucho que no vamos y tengo unos vales de 2x1 fantásticos-. Es verdad, que tampoco vamos mucho a la bolera, pero de vez en cuando mola el pique con tus amigos o con tu novia. Llegas allí, te piden el número de los zapatos y le dices al tío: -oye tengo este descuento de 2x1, que no se te olvide para lo de pagar-. Y te responde, perdone este vale esta caducado, o este vale es sólo para los martes, o esté vale es sólo para años bisiestos. La cara de imbécil que se te queda lo dice todo. Claro, ya no te vas a ir, te las juegas obviamente, pero ya no es lo mismo. Cuidado con los descuentos.
5. Llegas a la cola del garito de moda, como siempre y por costumbre tarde. Cola de las que da la vuelta a la esquina, vas a la puerta a ver si conoces a alguien. Nadie. Apuras al portero que está harto de verte todos los fines de semana. Nada. Te dice, que no conoce a ningún Jaime, que no se puede entrar sin hacer cola. Y tu, -ya, claro claro-. Vuelta a la cola, resignado, que tarda siglos y encima llueve. Se empieza a mover te plantas al lado de la valla, y no paras de ver al portero pasando chicas. Todas, absolutamente todas son sus mejores amigas, ellas le llaman entre semana para tomar café, peru tu, cliente fijo en el garito y también en la barra, a esperar. No me gusta. Ya lo bordas, si te dice, aforo completo. Ganas de matar que te entran.
6. El tornillo que falta de los muebles de Ikea: es muy típico pero es la verdad! odio montar muebles, no se me da bien. Hay gente que le das 3 tornillos y te montan un coche, a mi con todo lo necesario, no sé ni colgar un cuadro. Es triste, lo sé. De pequeño en las pruebas esas de visión espacial, puntuaba seguramente peor que Ralph Wiggum y ahora entiendo el porqué. Compras una estantería, tras tomarte 3 perritos en el restaurante de Ikea, vas para casa, pensando que esta es la buena, que lo vas a montar. En el paso 3 ya hay dudas, no sabes si el tornillo es el pequeño o el mediano, pero te da igual, porque lo has forzado a martillazos y ha entrado. Por el paso 7 empieza el problema, nada encaja, coges el folleto, paso 5, folleto otra vez, al paso 3, el tornillo que has metido a martillazos no está en su lugar y a empezar otra vez. Desesperación. Al final, vas por la vía rápida, dejas todo a medio atornillar y tu estantería finalmente no se parece en nada a la del Sr.Ikea. Me da igual.
7. Romper la lata de conservas: bastante normal también, la de comida con tus amigos, paellita y unos aperitivos. Lata de mejillones Cuca, buenísimos. Tu organizas el aperitivo, pruebas a abrirla y enhorabuena Javier, te has quedado con la anilla en la mano!! Cuchillazo para abrirla, bien del mojimoji ese naranja en tu camiseta, manchurrón tremendo. Y tu amigo de turno que lleva 3 birras y no ayuda, hala! como te has manchado y por fin los mejillones en la mesa. Hay días en los que todo sale mal.
8. Viaje de finde con tus amigos, uno de ellos pone la casa. Por supuesto que ese finde se lía, se beben copas, se cocinan buenos macarrones, se entra con bien de arena de la playa por toda la casa...es normal, es un finde para disfrutar. Pero llega el domingo y hay que recoger la casa, y siempre hay alguno que no lo ve claro. Se levanta con resaca y pasa de recoger. Me pone malo, tu partiéndote el pecho con ganas de que termine ese sufrimiento y tu colega poniendo temas en el Ipod, es verdad que anima, pero no tanto. Mi amigo Gerardo me enseño un buen truco, para aquellos que no les mole recoger que de verdad funciona, y se puede utilizar en todo tipo de situaciones: mientras todo el mundo está recogiendo tu también de pie, moviéndote de lado a lado como si no pararas pero sin hacer nada y de vez en cuando quejándote de lo vagos que son los otros. El problema viene cuando eso lo hacen todos; Ha pasado media hora y sigue la casa manga por hombro (siempre he querido utilizar esta expresión).
Seguid disfrutando de vuestras vacaciones.
"Peores son los odios ocultos que los descubiertos" Séneca